La decisión tomada en el Pleno del Congreso que permite el matrimonio y la adopción de niños a las parejas homosexuales ha creado una gran polémica. Las reacciones no se han hecho esperar. La Conferencia Episcopal Española (CEE) mostró su rechazo sobre la regulación del matrimonio entre personas del mismo sexo, aprobada en el Pleno del Congreso, por considerar que supone «introducir un peligroso factor de disolución de la institución matrimonial y, con ella, del justo orden social». «Fabricar moneda falsa es devaluar la moneda verdadera y poner en peligro todo el sistema económico», afirma en un comunicado, en el que asegura que legalizar el matrimonio de homosexuales es un «error». A su juicio, esta autorización es «radicalmente injusta y perjudicial para el bien común». Tras señalar que a dos personas del mismo sexo no les asiste «ningún derecho a contraer matrimonio entre ellas», los obispos dicen que el Estado no puede reconocer esta posibilidad, a no ser que actúe de forma arbitraria excediendo sus capacidades. Así, defienden la protección de la sociedad ante «pretensiones injustas de los grupos o los individuos». En este sentido, la Iglesia no ve discriminación alguna en que las leyes impidan los matrimonios entre homosexuales, aunque pueda regular ese tipo de relación, pero sí consideran «injusto» que el «verdadero» matrimonio sea tratado igual que una unión entre personas del mismo sexo, «que ni tiene ni debe tener el mismo significado social», ya que no se sostiene en el orden natural. Por su parte, el portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Enrique López, calificó de “rápida y precipitada” esta reforma legislativa. Para él la adopción por parejas homosexuales se ha concebido “como derecho por parte de los adoptantes y no pensando en el menor”. Aunque afirma que la adopción de niños por parte de estas parejas no puede producirse por «el bien superior» de los menores. López insistió en que el Gobierno no ha reflexionado sobre la adopción de menores por estas parejas, lo que constituye uno de los puntos que más críticas ha suscitado en algunos sectores. A este respecto, aseguró que «la adopción es un instrumento jurídico que nace en beneficio del menor al cual la naturaleza, por lo que fuera, le ha privado de tener padre y madre». El Foro Español de la Familia se refirió también a la adopción de niños y afirmó que los niños que crecen con parejas de homosexuales está por encima del 30 por ciento, «cifra muy superior a la media». El Foro añadió que si se permite la adopción entre personas del mismo sexo peligran los acuerdos internacionales de adopción de España, y por lo tanto supone una discriminación de los matrimonios que esperan adoptar un hijo, además del perjuicio que supone para los menores.

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