Es una virtud que inclina tratar con los prójimos con dulzura, suavidad, afabilidad y cortesía por amor de Dios:

 

Considera los motivo?, que te pueden inducir á buscar esta importante virtud de la mansedumbre. i El Hijo de Dios nos la dejó muy expresamente encomendada con aquellas palabras: Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazon; y la practicó en tanto grado, que la escritura le compara á la oveja y al cordero; porgue en sus injurias y trabajos no abrió la boca para el resentimiento.

SOBRE LA MANSEDUMBRE.3 Es medio muy eficáz para ganar á los prójimos para Dios; y sin ella los sermones, catecismos, exhortaciones y confesiones se malogran; y á las veces en lugar de convertir, pervierten. 4. No podrás dar buen ejemplo y edificacion sin la mansedumbre, cuyas faltas hacen ver tu poca mortificacion interior y exterior; y por mas que te vean practicar otras virtudes, si te notan desabrido y poco manso, nadie las estimará. 5 Si cometes faltas de mansedumbre, no solo serás reo de esas tus faltas, si tambien de otras muchas que sin duda ocasionarás á los otros, de impaciencia, ira, murmuracion, &c. Procura, pues, arraigar bien en tu corazón esta tan amable virtud, especialmente si eres prelado, predicador, confesor, ó padre de familias. para con suavidad llevar á los otros á Dios.

Considera, qué cosa sea la mansedumbre? Es una virtud que inclina á tratar con los prójimos con dulzura, suavidad, afabilidad y cortesía por amor de Dios: inclina á sobrellevar con santa disimulacion la variedad de genios, los agravios y desatenciones de los otros: hace reprimir la irascible, para que no se prorrumpa en acciones ó palabras ásperas, picantes, 6 que contristen á los prójimos: y como la causa de faltar á esta virtud sea el querer tu que los otros en todo se sujeten á tu juicio y voluntad; esta virtud hará que tu sacrifiques tu juicio y voluntad á los prójimos; de suerte, que aunque ellos hablen y obren contra lo que tu quieres ó entiendes, pases tu por ello, sin quejarte, ni darles á entender algun disgusto. De esta manera esta virtud se hace señora de los corazones, y así los tiene dispuestos para suavemente encaminarlos á Dios; y & este sentido dijo Cristo de los mansos: Bienaventurados los mansos; porque ellos poseerán la tierra.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *