El obispo católico chino Julio Jia Zhiguo, de 70 años, miembro de la Iglesia Católica clandestina china, en comunión con Roma, fue arrestado ayer por la tarde en su casa de Hebei -en el norte del país- y trasladado a un lugar desconocido, denunció ayer la agencia vaticana Asianews . Julio Jia Zhiguo, obispo de Zhengding, fue detenido a primeras horas de la tarde en la puerta de su casa por dos hombres. Según Asianews , representantes del Gobierno de Pekín ya le habían advertido del arresto y le habían ordenado que dijera a sus vecinos que iba a ser «trasladado a otro lugar para ser sometido a controles médicos». La agencia vaticana precisa que el prelado «no estaba enfermo en esos momentos y no necesita cura alguna». Jia es obispo desde 1980 y ha permanecido veinte años en prisión. Dirige una de las diócesis donde hay mayor concentración de católicos, un millón y medio. Casi siempre se encuentra en arresto domiciliario en su casa de Hebei y como no está reconocido por el Gobierno chino -que sólo reconoce a la Iglesia Católica Patriota, a la que controla- no puede desarrollar su ministerio. Siempre que hay una importante fiesta religiosa (Navidad, Semana Santa, Pentecostés…) es arrestado y sometido a adiestramiento religioso por parte de las autoridades chinas, según la agencia vaticana. En 1999, para impedir su actividad evangélica, la Policía le prohibió abrir un orfanato para niños abandonados o minusválidos. Después, debido a la presión internacional, se le permitió y hoy tiene en su casa a un centenar de niños disminuidos. El Vaticano y China continental no mantienen relaciones diplomáticas desde 1957, después de que el Papa excomulgara a dos obispos designados por el Gobierno de Pekín, que a su vez expulsó al nuncio apostólico que había acreditado el Gobierno nacionalista de Chiang Kai Shek, que se estableció en la isla de Taiwán.

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