Ante la noticia de que en la Administración Apostólica de Harbin, en la provincia china de Heilongjiang, se está preparando la ordenación episcopal del reverendo Giuseppe Yue Fusheng, este 4 de julio, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos expresó en una nota de cinco apartados que una ordenación episcopal, como la presente sin mandato pontificio, se opone directamente al Oficio, concedido por el Señor a Pedro y a sus Sucesores y daña la unidad de la Iglesia y de toda la obra de evangelización. 
Ante la noticia de que en la Administración Apostólica de Harbin, en la provincia china de Heilongjiang, se está preparando la ordenación episcopal del reverendo Giuseppe Yue Fusheng, este 4 de julio, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos expresó en una nota de cinco apartados que -en el primer punto-, una ordenación episcopal, como la presente sin mandato pontificio, se opone directamente al Oficio, concedido por el Señor a Pedro y a sus Sucesores en cuanto Jefes del Colegio de los Obispos, Vicarios de Cristo y Pastores de la Iglesia universal, y daña la unidad de la Iglesia y de toda la obra de evangelización. 

La nota de la Congregación -–citando a Benedicto XVI- dice que “se puede comprender que las autoridades gubernamentales estén atentas a la elección de quienes desempeñarán el importante papel de guías y pastores de las comunidades católicas locales, pero es necesario tener presente que el nombramiento de los Obispos toca el corazón mismo de la vida de la Iglesia en cuanto a que el nombramiento de los Obispos, por parte del Papa, es garantía de la unidad de la Iglesia y de la comunión jerárquica. 

Además se destaca que el Código de Derecho Canónico establece graves sanciones, sea para el Obispo que confiere libremente la ordenación episcopal sin mandato apostólico, sea para aquel que la recibe, y que esta ordenación representa una dolorosa herida a la comunión eclesial y una grave violación de la disciplina canónica. 

El segundo punto destaca que la ordenación episcopal de Harbin fue programada de modo unilateral y producirá divisiones, laceraciones y tensiones en la comunidad católica en China. 

El documento explica que si se quiere que la Iglesia en China sea católica, no se debe proceder a ordenaciones episcopales que no tengan la previa aprobación del Santo Padre. 

Se agrega, además, que el reverendo Yue Fusheng fue informado desde hace tiempo de que no tiene la aprobación pontificia: “su ordenación será ilegítima”, se lee en el comunicado de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos que además destaca que él carecerá de la autoridad de gobernar la comunidad católica diocesana, y que la Santa Sede no lo reconocerá como el Obispo de Harbin y por su eventual ordenación ilegítima permanecen firmes, por lo tanto, también los efectos de la sanción en la cual se incurre por la violación de la norma del canon 1382 del Código de Derecho Canónico. 

En el cuarto inciso se anuncia que también los obispos consagrantes se exponen a las graves sanciones canónicas, previstas por la ley de la Iglesia. 

Por último, en el quinto apartado se lee textualmente: “Las autoridades gubernamentales fueron informadas de que la ordenación episcopal del reverendo Yue Fusheng carece de la aprobación del Santo Padre. Ella contradiría los signos de diálogo que se están tratando de fijar, auspiciados por China y por la Santa Sede.

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