El gobierno ordenó bajar las banderas a media asta para honrar a la religiosa , que falleció el domingo a los 97 años. Los partidos políticos suspendieron sus campañas y los fieles rezaron en silencio. Sor Lucía fue colocada en un ataúd en la capilla de un convento cercano a Fátima, donde vivía. Cientos de personas llevaron flores y oraron en silencio en la capilla, de acuerdo con informes de la prensa. Después de las horas de trabajo, una larga fila de fieles esperaba entrar al convento. En una carta expresando sus condolencias, el presidente Jorge Sampaio dijo que Lucía «era un símbolo y un punto de referencia para muchas personas de todo el mundo’. El obispo de Fátima, Serafim Ferreira e Silva, realizó una misa especial por la Hermana Lucía en la iglesia de la ciudad, visitada cada año por millones de personas de todo el mundo. El Partido Social Demócrata y el Partido Popular, las dos principales fuerzas de centro derecha, cancelaron por 48 horas sus actos de campaña para las elecciones del 20 de febrero para honrar a la religiosa. El funeral se realizará el martes en la catedral de la cercana ciudad de Coimbra. Posteriormente, Lucía será enterrada en los jardines del convento de las Carmelitas donde vivía desde 1948. Branca Paul, el médico que atendía a la Hermana Lucía, dijo que falleció de un problema cardíaco..

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