Se ofende a Dios cuando se maltrata algo especialmente dedicado a Él

PREGUNTA: ¿Qué es un sacrilegio?
RESPUESTA: Se entiende generalmente como la profanación o trato injurioso de un objeto o persona sagrado

Es un pecado grave contra la virtud de la religión, aunque admite parvedad de materia. Las personas, las cosas y los lugares sagrados, por el hecho de estar dedicados al culto divino, merecen una particular reverencia y el no observarla constituye una ofensa a Dios, pues así como el honor de una persona viene lesionado si se maltrata a un amigo suyo por ser amigo suyo, o si sus bienes son dañados o destruidos por ser suyos, así también se deshonra y ofende a Dios cuando se maltrata algo especialmente dedicado a Él.
En la Sagrada Escritura se ve cómo Dios castiga a los hijos de Helí por comer carne de los sacrificios (cfr. 1 Sam 2,17; 4,11). Y el rey Baltasar,-por profanar en una bacanal los vasos sagrados que si¡ padre, Nabucodonosor, había traído del templo de Jerusalén, fue castigado con la muerte (cfr. Dan 5,2 ss.). Puede deducirse la gravedad de este pecado (v.) también por la indignación y actitud del Señor frente a los mercaderes del templo (cfr. lo 2,14-17), que habían convertido la casa de su Padre en «casa de contratación», enseñando de una forma gráfica la reverencia, delicadeza y santo temor con que han de tratarse las cosas sagradas, ya que tan directamente honran a Dios.
Todas las cosas sagradas han de tratarse con gran reverencia y respeto: las personas que se consagran a Dios, en las que la santidad y la gracia moran como en sujeto propio; los objetos del culto, porque causan o representan la santidad de las personas; los lugares sagrados donde se recogen o contienen las personas y las cosas sagradas. Por esta jerarquía o dignidad de lo sagrado, suele decirse que en igualdad de condiciones, un s. personal es más grave que uno real, y éste a su vez, más grave que el s. local. Sin embargo, el s. más grave es la profanación de los sacramentos, y dentro de éstos, la violación de la Santísima Eucaristía (cfr. 1 Cor 11,27-29).

PREGUNTA: ¿Cuáles son los tipos de sacrilegios?
RESPUESTA: Hay tres tipos de sacrilegios: contra las personas, lugares o cosas sagradas:

Sacrilegio contra una persona sagrada: Significa comportarse de una manera tan irreverente con una persona sagrada que, ya sea por el daño físico infligido o por la deshonra acarreada, viola el honor de dicha persona.

Sacrilegio local:

• Violación de un lugar sagrado: iglesia, cementerio, oratorio privado.

• Esa violación puede ser por robo, comisión de un delito dentro de un lugar sagrado, usar una iglesia como establo o mercado, o como sala de banquetes, o como corte judicial para dirimir en ellas cuestiones meramente seculares.

Sacrilegio real:

• El sacrilegio real es la injuria hacia cualquier objeto sagrado que no sea un lugar ni una persona.

• Este tipo de sacrilegio puede cometerse, en primer lugar, administrando o recibiendo la Eucaristía en estado de pecado mortal, y también cuando se hace escarnio consciente y notorio hacia la Sagrada Eucaristía. Se considera el peor de los sacrilegios. Y en general cuando se recibe un sacramento de vivos en pecado mortal (confirmación, eucaristía, orden sacerdotal y matrimonio)

• Asimismo se considera sacrilegio real la vejación de imágenes sagradas o reliquias, el uso de las Sagradas Escrituras y objetos litúrgicos para fines no sacramentales, y también la apropiación indebida o el desvío para otros fines de bienes y propiedades (muebles o inmuebles) destinados a servir a la manutención del clero o al ornamento de la iglesia.

• A veces se puede incurrir en sacrilegio al omitir algún elemento necesario para la adecuada administración de los sacramentos o la celebración de la Eucaristía, como, por ejemplo, diciendo la Misa sin las vestiduras sagradas.

PREGUNTA: ¿Cuál es el sacrilegio más grave y frecuente que se comete hoy día?
RESPUESTA: Recibir la Sagrada Eucaristía en pecado mortal. Hay muchas personas que reciben a Jesús Sacramentado en la Misa; pero en cambio hay muy pocas personas que se confiesan. Y no olvidemos lo que dijo San Pablo: «El que come indignamente el Cuerpo de Jesucristo come su propia condenación» (1 Cor 11: 29)

PREGUNTA: ¿Cómo se perdona?
RESPUESTA: Sólo con la confesión. El sacrilegio es un pecado muy grave.

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