La Madre Teresa: La vida y las obras de una santa moderna, de David van Biema, columnista del Time que le dedica a la fundadora de las Misioneras de la Caridad un artículo.

Una vida rica antes y después de morir

Van Biema es judío, y por tanto no habla como católico. De hecho, empieza explicando que se le ocurrió el artículo planteándose una cuestión: «¿Cómo recuerda la gente secular a un santo?»: «Intenté imaginar lo que yo sabría sobre esta mujer hace quince años, si no me dedicase a escribir de religión para vivir. Probablemente que era buena con los pobres. Poco más. Una amiga de Lady Di. Llegué a la conclusión de que, a no ser que fuese un piadoso católicos, sabría muy poco. Y eso me condujo a considerar la diferencia entre la forma en que la Iglesia católica trata su meritoria muerte y la forma en la que lo hace el común de la sociedad».

Van Biema enumera entonces la apertura del expediente sobre sus virtudes heroicas, la investigación sobre su posible santidad, el reconocimiento en 2002 de un milagro y su beatificación en 2003, la consideración sobre un posible segundo milagro para canonizarla…: «Hay obstáculos y pasos adelante, disgustos y triunfos, a través de los cuales la vida de Teresa después de morir, se convierte casi en tan rica como antes de morir. Año tras año se conduce a los creyentes a través de un proceso que define y pone a prueba su significado para la Iglesia».

David van Biema, columnista del Time. Graham o el Dalai Lama

Los no católicos, sin embargo, olvidan rápidamente. «Los americanos somos lo contrario del niño de la película El sexto sentido: no vemos muertos», dice con ironía, con la excepción del tratamiento a los presidentes y a Martin Luther King: «Es como si, cuanto más polarizada y fragmentada se hace nuestra sociedad, menos acuerdo hay sobre a quién deberíamos recordar».

¿Qué pasa con otros líderes religiosos? El predicador Billy Graham ha figurado en el Top 10 de los hombres más admirados en 55 de los últimos 56 años. Pero, cuando muera, «¿quién salvo los evangélicos recordará por qué lo era?». El Dalai Lama recibió el Premio Nobel de la Paz en 1989, pero «¿qué quedará en la retina pública salvo su sonrisa y la frontera del Tíbet?». «Los límites religiosos que tales figuras derribaron en vida por la pura fuerza de su personalidad o de sus actos se cerrarán de nuevo sobre sí mismos en las paredes de la tumba», afirma Van Biema.

Análisis de «trabajó por los pobres»

En el caso de Madre Teresa, lo ve distinto, y analiza qué decimos cuando decimos que «trabajó por los pobres»: «Cuando decía ´los pobres´, la Madre Teresa subtitulaba ´los más pobres de los pobres´, creando una nueva categoría y una correspondiente obligación moral, identificada primero en los peores barrios de Calcuta y luego -¡sorpresa!- casi en cualquier lugar a donde mires.

También intensificó el concepto de ´trabajar con´, lanzando a sus religiosas a una íntima, sistemática y en ocasiones brutal convivencia con los más pobres». Por último, «con su habilidad para las relaciones públicas y sus viajes incansables, transformó ese humilde mandato en instituciones: miles de escuelas, orfanatos y hospicios en casi todos los países del mundo». Y todo ello, junto al hecho, revelado tras su muerte en su correspondencia, de que hizo todo eso «a pesar de una devastadora sequedad espiritual de cuarenta años».

«Trabajó con los pobres», concluye Van Biema, «es un lema que me ayuda a evocar algo más que un rostro cuando intento recordar por qué la Madre Teresa sigue siendo importante para un judío secular como yo mismo. Y -sucede a veces- cuanto más lo evoco, más me parece que vale la pena evocarlo». {youtube}YAru_YFvGvc{/youtube}

Nos habla la Madre Teresa de Calcuta:

A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota.

El amor, para que sea auténtico, debe costarnos.

Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él.

El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.

Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite.

No puedo parar de trabajar. Tendré toda la eternidad para descansar.

Nuestra tarea consiste en animar a cristianos y no cristianos a realizar obras de amor. Y cada obra de amor, hecha de todo corazón, acerca a las personas a Dios.

El aborto es un homicidio en el vientre de la madre. Una criatura es un regalo de Dios. Si no quieren a los niños, dénmelos a mí.

No hay mayor pobreza que la soledad.

Muchas veces basta una palabra, una mirada, para llenar el corazón de un niño.

Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón. Pero nunca te detengas!

Que Dios te recompense en amor todo el amor que hayas dado y toda la alegría y paz que hayas sembrado a tu alrededor, en todas partes del mundo.

Lo importante no es cuanto hacemos, sino cuanto amor, cuanta honestidad y cuanta fe ponemos en lo que hacemos.

No hay una gran diferencia en la realidad de un país o de otro, porque son siempre personas las que encontramos en todas partes. Pueden verse diferentes o llevar otros trajes, tener una educación o posición distinta. Pero todas son iguales. Son personas a quienes amar. Todas están hambrientas de amor.

Haz las cosas pequeñas con gran amor.

Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña. Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida Detrás de cada logro, hay otro desafío. Mientras estés vivo, siéntete vivo. Si extrañas lo que hacías vuelve a hacerlo. No vivas de fotos amarillas.

La vida sin amor no vale nada; la justicia sin amor te hace duro, la inteligencia sin amor te hace cruel, la amabilidad sin amor te hace hipócrita, la fe sin amor te hace fanático.

Sed bondadosos, generosos, comprensivos. Que todos los que se acerquen a vosotros sean mejores y más felices. Sed la expresión viva de la bondad de Dios:

Bondad en la cara, bondad en los ojos, bondad en la sonrisa, bondad en vuestro saludo, cordial y afectuoso.

Frase para Padres

Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo.

Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño.

Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida.

Sin embargo…

en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño,

perdurará siempre la huella del camino enseñado.

Frases sobre La Vida

La vida es una oportunidad, aprovéchala.

La vida es belleza, admírala.

La vida es beatitud, saboréala.

La vida es un sueño, hazlo realidad.

La vida es un reto, afróntalo.

La vida es un juego, juégalo.

La vida es preciosa, cuídala.

La vida es riqueza, consérvala.

La vida es un misterio, descúbrelo.

La vida es promesa, cúmplela.

La vida es amor, gózalo.

La vida es tristeza, supérala.

La vida es un himno, cántalo.

La vida es una tragedia, domínala.

La vida es aventura, vívela.

La vida es felicidad, merécela.

La vida es vida, defiéndela.

En el momento de la muerte, no se nos juzgará por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este amor debe resultar del sacrificio de

sí mismos y ha de sentirse hasta que haga daño.

Tómate Tiempo

Tómate tiempo para pensar, es la fuente de poder.

Tómate tiempo para rezar, es el mayor poder de la tierra.

Tómate tiempo para reír, es la música del alma.

Tómate tiempo para jugar, es el secreto de la perpetua juventud.

Tómate tiempo para amar y ser amado, es el privilegio que nos da Dios.

Tómate tiempo para dar, el día es demasiado corto para ser egoísta.

Tómate tiempo para leer, es la fuente de la sabiduría.

Tómate tiempo para trabajar, es el precio del éxito.

Tómate tiempo para hacer caridad, es la llave del Cielo.

Dar hasta que duela y cuando duela dar todavía más.

Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal.

ANÉCDOTA

Cuenta la Madre Teresa que una señora hindú, muy rica, fue a verla y le dijo: «Madre, yo quisiera tomar parte en su trabajo.» La Madre le respondió: «Eso está muy bien». La señora, entrando en confianza, le dijo: «A mí me gustan y compro saris caros y elegantes todos los meses», (sari = vestido de la India). En ese momento, la señora llevaba un traje que valía 800 rupias, el de la Madre apenas valía 8 rupias. La Madre le aconsejó: » Yo empezaría por el sari, la próxima vez que vaya a comprar uno, cómprelo de 500 rupias y las otras 300 úselas para adquirir saris para los pobres». La señora rica siguió el consejo y fue bajando el costo de su compra mensual; dice la Madre que la buena señora llegó a comprar para ella saris hasta de 100 rupias y eso porque la Madre le pidió que no bajase de allí. Y ella misma confesó que esto había cambiado su vida y por ahora había tomado verdadera conciencia de lo que es compartir, asegurando que tenía la sensación cabal de haber recibido mucho más de lo que ha dado.

Reflexionemos sobre este pasaje y aprendamos a compartir lo poco o mucho que tengamos.

ORACIÓN POR LA FAMILIA (Madre Teresa de Calcuta)

Padre Celestial, nos has dado un modelo de vida en la Sagrada Familia de Nazaret. Ayúdanos, Padre amado, a hacer de nuestra familia otro Nazaret, donde reine amor, la paz y la alegría.

Que sea profundamente contemplativa, intensamente eucarística y vibrante con alegría. Ayúdanos a permanecer unidos por la oración en familia en los momentos de gozo y de dolor. Enséñanos a ver a Jesucristo en los miembros de nuestra familia especialmente en los momentos de angustia.

Haz que el corazón de Jesús Eucaristía haga nuestros corazones mansos y humildes como el suyo y ayúdanos a sobrellevar las obligaciones familiares de una manera santa.

Haz que nos amemos más y más unos a otros cada día como Dios nos ama a cada uno de nosotros y a perdonarnos mutuamente nuestras faltas como Tú perdonas nuestros pecados.

Ayúdanos, oh Padre amado, a recibir todo lo que nos das y a dar todo lo que quieres recibir con una gran sonrisa. Inmaculado Corazón de María, causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.

Santos Angeles de la Guarda permaneced a nuestro lado, guiadnos y protegednos. Amén

ORACIÓN PARA SONREIR (Madre Teresa de Calcuta)

Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro sonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.

Que mis ojos sonrían diariamente por el cuidado y compañerismo de mi familia y de mi comunidad.

Que mi corazón sonría diariamente por las alegrías y dolores que compartimos.

Que mi boca sonría diariamente con la alegría y regocijo de tus trabajos.

Que mi rostro dé testimonio diariamente de la alegría que tú me brindas.

Gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor.

Amén.

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