Ciudad del vaticano (Agencias). El papa Juan Pablo II, aún convaleciente después de permanecer 10 días en el hospital, dijo ayer a los enfermos del mundo que su sufrimiento es «inapreciable» y pidió a los fieles rezar por su «misión como prelado del pueblo cristiano», pero no pudo estar presente en un servicio especial para personas enfermas. El Pontífice, de 84 años, regresó el jueves por la noche al Vaticano después que sus médicos dijeron que se había recuperado de una crisis respiratoria aguda, provocada por un cuadro de gripe. Sin embargo, funcionarios del Vaticano no quieren arriesgarse debido al delicado estado de salud del Papa, por lo que el Pontífice no estuvo presente en la misa de ayer, en la que conmemoró, como cada año, el Día Mundial de los Enfermos. El cardenal italiano Camillo Ruini leyó el mensaje del Papa, en el que no se hizo referencia al tiempo que pasó en el hospital: «Su sufrimiento no es inútil, mis queridos enfermos. Es más, es algo inapreciable. Si juntan su dolor y sufrimiento pueden ser los ayudantes privilegiados (de Dios) en la salvación de las almas». Según Ruini, el Papa siguió por televisión la misa por los enfermos. «Al Santo Padre, que nos mira y nos escucha a través de la televisión, queremos responderle con nuestro afecto y nuestra gran gratitud». dijo. Luego, invitó a los presentes a rezar para que el Pontífice «encuentre la plenitud de sus fuerzas para su ministerio de pastor universal y también obispo de la diócesis de Roma». Para recalcar que el viernes es un día de trabajo como cualquier otro en el Vaticano, la Santa Sede anunció una agenda de compromisos, incluida la designación del arzobispo de Tours, Andre Vingt Trois, como sucesor del cardenal de París, Jean-Marie Lustiger, y el nombramiento de monseñor José Antonio Fernández Hurtado para dirigir la diócesis pastoral de Tuxtepec, Oaxaca. El Vaticano deberá decidir si el Papa polaco realizará la bendición que suele hacer los domingos desde la ventana de su apartamento. Juan Pablo II ha manifestado el deseo de aparecer ese día ante los creyentes en la plaza de San Pedro. Según la prensa romana, el Pontífice de 84 años se mostrará ante los fieles católicos desde la ventana de su vivienda privada durante el rezo del Ángelus. Sin embargo, no se sabe aún si el propio Papa pronunciará la oración o si se limitará a decir una breve bendición.

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