Un testimonio de auténtica Infancia Espiritual

DESDE LA AUTOBIOGRAFÍA  DE SANTA MARGARITA Mª ALACOQUE

CONFORME A LA COPIADA TEXTUALMENTE DE LO QUE DEJÓ MANUSCRITA ELLA MISMO POR ORDEN DE SU DIRECTOR,  EL  P. ROLIN S. J.

Aspectos que nos da a conocer

Estas páginas nos llevan a reconocer la fiel labor de custodiar el tesoro espiritual y religioso que constituye la vida y la experiencia sobrenatural de Santa Margarita Mª, para la Iglesia y la humanidad, resguardado por la Orden de la Visitación, de tantas religiosas y fieles devotos vinculados a los Monasterios, y de tantos Sacerdotes, Órdenes Religiosas y comunidades que bajo este testamento de misericordia, procuraron y procuran extender el Reinado del Corazón de Jesús.

  En estas páginas, cuyo original de puño y letra de la Santa sierva del Corazón de Dios nos relata fielmente las riquezas que Cristo derramó sobre ella, se encuentra el testimonio que configuró el marco y la cumbre de la Espiritualidad  que tuvo su fuente en el Calvario, en el pecho abierto y el Corazón abierto, expuesto  y traspasado para la humanidad, y que se constituye en un norte, una meta clara y coherente con la Revelación, el Magisterio  y la Espiritualidad de la Iglesia Católica: La centralidad del Amor de Dios, el Sacrificio del Redentor y la consumación de su Reinado.

Pero hoy, estos escritos adquieren un valor y una dimensión superior:

+ Primer Punto: Ellos nos dan a conocer el desarrollo de los momentos trascendentes de la vida de Santa Margarita Mª de Alacoque, con la  singularidad que no es solo desde la perspectiva de la investigación científica y teológica, ni de la testificación dada por algún tercero y su adecuada comprensión.

 Es de puño y letra, bajo obediencia, ya que se consideraba indigna y le repugnaba traspasar a lenguaje humano una realidad sobrenatural, pero que transmite con las riquezas que Dios le otorgo a su alma y corazón. 

  Hoy en día, los caminos de la narrativa religiosa, teológica y espiritual,   pueden ser vulnerados por  el difícil  alcance de datos y la falta de profundización de las fuentes investigadas;  por la diversidad de impresiones en la subjetividad del narrador; y por la perspectiva antropológica, filosófica y teológica que abrace el autor y narrador. No podemos negar que estas perspectivas están muy dispersas y en ocasiones corrompidas. 

Como ejemplo,  han sido lamentables y hasta sacrílegos, lo que autores extra o intra eclesiásticos, han desarrollado supuestamente a partir del testimonio de Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, San Francisco de Asís y muchos otros. Privándoles de la causalidad sobrenatural  también han desfigurado el sentido y el fin de una vida de virtud y auténticos frutos de amor, despojándoles del aporte trascendente como testimonio de la acción Divina en medio del tiempo y de la historia.

  Siempre es la fuente básica y oportuna el primer testimonio que se tenga de los hechos y de las circunstancias,  para conseguir, desde las posibilidades humanas y la acción del Espíritu Santo, los mejores frutos para las almas y la Iglesia.

+ Segundo Punto: Como segundo elemento, es muy importante el que todos los devotos del Sagrado Corazón, profundicen el testimonio de Vida de Santa Margarita Mª Alacoque, no solo por las riquezas de las Revelaciones y promesas, sino para alcanzar frutos de madurez interior, capacidad de discernimiento en tiempos adversos al Reinado del Divino Corazón y para clarificar algunos prejuicios equivocados y mal fundadas consideraciones del testimonio y vida de Santa Margarita María Alacoque.

  Tanto por la paganización de la sociedad, y el secularismo que invade, incluso las filas de la cristiandad, así como por el desconocimiento de la vida sobrenatural, de las edades y   pedagogía de la vida interior, y una mirada horizontal y meramente moral y social de la vida cristiana, se ha promovido   una concepción peyorativa y ridiculizada de la vida ascética, sobrenatural y mística, considerándolas una expresión de inmadurez o de fe incipiente.  Y por otro lado exacerbando la praxis, el compromiso cristiano, social y ético. Esta es una tentación del demonio, que solo se vence con medios sobrenaturales.

No han faltado tampoco, sentencias injustas, de algunas caminos espirituales, que con recto pero equivocado anhelo de avanzar por la vida virtuosa y disciplinada,  van desechando el impulso místico del Espíritu Santo. Como si tales dones, hicieran incapaz al alma de una recia senda de santificación y de un áspero camino de Cruz, de donación y de entrega generosa por el bien verdadero de los demás.

Se trata de una especie de condena hacia los místicos, de los santos videntes, como si estuvieran al margen de lo sobrio y sencillo del camino de la Fe. Es claro que no funciona bien el alma de quien anhela visiones y no se le basta la gracia del Señor.  Pero tanto la profecía como el testimonio del profeta son queridos por Dios en su providencia, como la diligencia pastoral de un  sacerdote, o el esmero de una mamá católica y el esfuerzo edificante de un obrero.

Es necesario afirmar que la plenitud de Amor expresada en las Revelaciones del Sagrado Corazón, realidad carismática y don para la Iglesia, no excluyen ni anulan toda la vida de Santificación, de perfección y configuración cristiana, camino común para todo bautizado, que  se desarrollo en Margarita Mª, en los caminos ordinarios, como lo llamaba su superiora, de las Hijas de Santa María. Al contrario…, las confidencias del Divino Corazón, gracia y don para toda la Iglesia, acompañan un camino particular, como el camino procurado para cada bautizado, de tomar la Cruz y seguir al Dueño de los corazones.

+ Tercer Punto: la Autobiografía nos acerca, desde el corazón y el alma de Santa Margarita María a las Revelaciones del Corazón de Jesús: 

Hemos de distinguir una Revelación privada o particular de una Revelación Pública. Esta últimas aquella a través de la cual Dios se da a conocer a toda la Humanidad, que esta contenida en la Revelación oral y escrita e interpretada por el Magisterio. Revelación que termina con la muerte del último de los Apóstoles, que es comprendida (con la asistencia del E. S.) por los Padres de la Iglesia y que es profundizada por los Papas en su Magisterio, por los Obispos en comunión con este Magisterio y por los santos doctores reconocidos como tales. De esta Revelación, se desprende y aprende lo que debemos creer, lo que debemos vivir, lo que debemos celebrar, lo que debemos orar. EL camino de la perfección cristiana, la Cristificación, configuración con Cristo, la vida purgativa, iluminativa y unitiva. Pero todo esto encuentra su síntesis, como don, en los Sagrados Corazones.

¿O la Ascética y la Mística…?

En este orden, en vista de una mayor disposición, como un auxilio para mejor comprender y vivir lo que, por los efectos del pecado, la tibieza de nuestras almas y las complejas circunstancias que se enfrenten, no podemos ver, ni vivir, (ya que  estamos como aletargados y enceguecidos…), el Señor dispone de  gracias carismáticas que, aunque no santifican a quien las recibe, si esta ordenado a colaborar provechosamente, según la intensidad que el Señor da, en cada jornada, al pueblo fiel y todas  las almas de buena voluntad.   (Según san Mateo 20, 1-16, la parábola de los viñadores)

Por eso, en vista a su causa y finalidad, completamente vinculada  con el plan redentor, procurando disponer lo que por los medios ordinarios no se ha dispuesto, concede el Señor estas gracias y dones, para auxiliar y procurar  la santificación de las almas.

Sin embargo, muchas veces para estas almas delicadamente escogidas y conducidas, esta realidad mística, como es el caso de una Revelación o visión, constituye también la cumbre de un camino de santificación, de Cruz, muerte y resurrección espiritual. El padecimiento de los estigmas para el Padre Pío, o las Apariciones de Lourdes para  Santa Bernardita fueron primordiales en sus padecimientos y configuración con Cristo.

Estrechamente unido a éste esquema, se desarrolla la vida y la autobiografía de Santa Margarita Maria. 

 Desde el mismo escrito algunas consideraciones:

* Un camino de gozo por los regalos del Señor, pero también de cruz, desde su temprana edad. La muerte de su Padre, la precariedad de la presencia maternal, las enfermedades y humillaciones que padeció, el sufrimiento físico que abrazó por amor,  son signos de un verdadero camino de purificación, por donde la llevo el Espíritu de Dios:

Cap 1 «Me crié por este motivo hasta esa edad, de ocho años y medio sin más educación que la de los domésticos y campesinos.

Caí en un estado de enfermedad tan deplorable, que pasé como unos cuatro años sin poderme mover. Los huesos me restaban la piel.»

  • Hay evidentemente un progreso en el discernimiento de la voluntad de Dios, y abandono paulatino de su propia voluntad, aunque siempre fuese coherente con la vida religiosa:

Cap. IV “Un día que tomaba disciplina, al terminar el Ave Maris Stella, que era el tiempo concedido para esto, me dijo: “He ahí mi parte”, y prosiguiendo yo, “He ahí de del demonio_ añadió_ “la que haces ahora”.

*Y la vida “Unitiva”, o de profunda unión sobrenatural, cediendo al impulso soberano del Director interior de su corazón, dulcemente conducido por el Corazón de Cristo: 

Cap. V   ella escribe: “Este Espíritu Soberano, que obraba en mí independientemente de mí misma…”.

+Última Consideración:   Quiero finalmente comentar, sin negar la posibilidad que cometa un error, la percepción personal de que estos escritos, dejan reconocer claramente un camino de auténtica Infancia Espiritual, en Santa Margarita Mª Alacoque. Es probable  que esta mirada no sea compartida, por lo extraordinario de las experiencias místicas de la confidente del Corazón de Cristo. Pero son precisamente estas experiencias con  las que la santa procuro lidiar, a fin de que no le impidieran ser sierva “pequeña en los brazos de Jesús”.  

  En los brazos maternales de María, se dejó abrazar los paternales de Dios, y conquistar hasta no poder resistirse por el amor abrazador de Jesús.

Se hizo una  pequeña aprendiz de las ternuras de Jesús, muchas veces manifestando oposición a las elevaciones extraordinarias por las que la llevaba su Esposo y  Rey. 

Se reconocía víctima de Amor del mismo Amor. Y  fue esa  experiencia completamente profunda con la que se encontró, como toda religiosa, en la  Orden de la Visitación: la del Amor de un Corazón de Carne, Divino y humano, ardiente deseo de ser amado por los hombres y apartarlos del camino de la perdición, para que queden enriquecidos abundantemente con los divinos tesoros del Corazón de Jesús.

El Inmaculado Corazón de la Reina de la Paz nos conceda en la modestia de un camino profundo y constante de santificación, impulsada por la gracia abundante y magnánima del Señor reconocer los abismos de bondad, misericordia y amor del Sagrado Corazón de Jesús, por el testimonio de una verdadera  infancia espiritual de Santa Margarita  María Alacoque.

Descargar Autobiografía de Santa Margarita María Alacoque