El juramento de vasallaje a María, Reina del Carmelo


La devoción a la Virgen del Carmen caló hondo entre los habitantes del Chile colonial, quienes llegaron a considerarla como su Patrona y Reina, y los criollos que encabezaron la independencia habían recibido la devoción durante su niñez.

En vísperas de la marcha del Ejército de los Andes hacia Chile, el general José de San Martín sometió a la Junta de Guerra propuso poner a esta fuerza militar bajo el patrocinio de la Virgen María en una de sus advocaciones. La preferencia fue por Nuestra Señora del Carmen y la fiesta de la proclamación de la Patrona electa y de la Jura de la Bandera fue hecha con gran solemnidad. Después de la obtención del triunfo en Chacabuco por parte de las armas chilenas y argentinas, los jefes y soldados renovaron sus juramentos a la celestial patrona. En el sitio de la batalla se levantó una ermita como monumento de gratitud y el 17 de julio de 1817 se celebró el día de la Patrona del Ejército. Pero la Independencia no estaba todavía asegurada; el 14 de marzo de 1818 se realizó una ceremonia en la Catedral de Santiago, a la cual asistieron todas las corporaciones religiosas, civiles y militares, más el pueblo de Santiago. En ella se renovó de manera oficial y nacional el juramento de vasallaje a María, Reina del Carmelo, el cual, hasta ese momento, había sido formulado sólo por el Ejército. Junto con ello se hizo el voto de edificarle un templo en el lugar en el que se lograra la victoria que sellara la Independencia de Chile. El día 5 de abril de 1818, mientras el pueblo de Santiago oraba a la Virgen en los templos de la capital, el Ejército patriota obtenía la victoria sobre las armas españolas en los llanos de Maipú.

“La Santísima Virgen del Carmen es invocada en nuestra patria como Reina y Madre de Chile, Patrona y Generala Jurada de las Fuerzas Armadas y de Orden”, explica el portal Virgen del Carmen, porque, luego de la batalla de Maipú, O’Higgins y San Martín ordenaron la edificación de un santuario en señal de gratitud. Doscientos años después el valor de esa promesa aún está vigente y es posible identificar en varias unidades policiales.

La Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, surgió alrededor del siglo XII, al sur del actual puerto de Haifa, Israel. En 1561, Santa Teresa de Jesús fundó el primer convento de Carmelitas Descalzas en la ciudad de Ávila. En 1660, la rama femenina llegó a nuestro país y creó el primer monasterio en una casa frente al Cerro Santa Lucía donde permanecieron hasta 1942, año en que se trasladaron a la Av. Pedro de Valdivia.

En tanto, durante la Independencia existía la costumbre de nombrar patrones protectores para las grandes tareas. El 5 de diciembre de 1811, José Miguel Carrera y Bernardo O’Higgins celebraron una misa de acción de gracias en nombre de la Virgen del Carmen. Myriam Duchens en La Virgen del Carmen en Chile, historia y devoción recuerda que “a pesar de las sugerencias de sus superiores, San Martín no nombró como Patrona del Ejército de Los Andes a la Virgen de la Merced. Primó su sentido práctico y el hecho de que la devoción a la Virgen del Carmen estaba muy arraigada en la provincia de Cuyo y que casi todos los soldados portaban el escapulario carmelita. Además, tuvo que considerar que numerosos oficiales chilenos eran miembros de la Cofradía del Carmen de Concepción, figurando entre éstos los hermanos Francisco y Manuel Bulnes, Luis de la Cruz, Joaquín Prieto y Ramón Freire, entre otros. Para evitar disputas sobre este punto, encargó la decisión de elegir una Patrona para el ejército a una junta compuesta por los oficiales de mayor graduación, quienes después de reunirse y votar, le comunicaron a San Martín que la triunfadora había sido la Virgen del Carmen”.

El 5 de enero de 1817 José de San Martín y Bernardo O´Higgins le prometieron fidelidad y en vísperas de la batalla de Chacabuco, la proclamaron: Patrona y Generala de las Armas Chilenas.

Antes del enfrentamiento en Maipú, el cual selló nuestra Independencia, el 5 de abril de 1818, ambos líderes juraron que “en el mismo sitio en donde se dé la batalla y se obtenga la victoria, se levantará un santuario a la Virgen del Carmen, Patrona y Generala de los Ejércitos de Chile” (Archivo O´Higgins, Tomo X, pág. 380). O’Higgins, cumpliendo con su promesa, ordenó la construcción del Templo Votivo en la actual comuna de Maipú y durante la primavera de ese año colocó la primera piedra del hoy Santuario Nacional de Maipú.

En 1923, el Papa Pío XI declaró a la Virgen del Carmen como Patrona de Chile, fue coronada el 19 de diciembre de 1926 en una ceremonia solemne, efectuada en el Parque O’Higgins en la que participaron miles de chilenos. En tanto, la Orden N° 53, de fecha 9 de noviembre de 1976, del Ministerio de Defensa Nacional considera a la Virgen del Carmen como Reina y Patrona de Carabineros de Chile.


Servicio religioso de Carabineros de Chile

En 1927, la fusión de Policías y Carabineros, también abarcó los servicios religiosos. En 1933 los obispos reunidos en la Conferencia Episcopal acordaron que los lineamientos y garantías otorgadas por la Vicaría Castrense a militares y marinos debían extenderse a los Carabineros, precisamente por el fuero militar, adhiriendo formalmente a partir de junio de 1934, lo que fue aceptado por la Dirección General de Carabineros. Los dos primeros capellanes de la Escuela de Carabineros fueron nombrados en 1936: Gilberto Lizana Muñoz y Luis Ortiz Valdenegro.

Hoy, el Servicio Religioso tiene como función atender las necesidades espirituales del personal de la Institución que profesa la religión Católica. Para cumplir su labor, cuenta con la Iglesia San Francisco de Borja y otra en el Hospital de Carabineros, a lo anterior se suman capillas en los planteles de formación inicial y una serie de grutas en diferentes lugares del país, donde la figura de la Virgen del Carmen ocupa un lugar privilegiado.


Fuentes: museocarabineros.cl

ejercito.cl