Cuando todo Estados Unidos asiste con conmoción al debate por la vida o la muerte de Terri Schiavo, desde hace años en estado vegetativo, el arzobispo de Washington, cardenal Theodore McCarrick, afirmó: «No podemos enseñar, matando, que matar es equivocado. No podemos defender la vida suprimiendo una vida». «Esta Semana Santa -agregó- es el período en que los católicos y todos los cristianos recuerdan cómo murió Jesucristo: como un criminal brutalmente ejecutado». Por eso la Iglesia Católica norteamericana lanzó hoy en Washington una nueva campaña contra la pena capital, una práctica que «disminuye» a toda la sociedad y es cada vez más rechazada por los católicos estadounidenses. Hasta hace cuatro años 68 por ciento de los católicos norteamericanos era favorable a la pena de muerte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *