Evangelio Diario y Meditación
Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás
Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás
Un árbol bueno no puede producir frutos malos
Es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida
Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena.
El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo
Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca
Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo
Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores