(Agencia Fides) – La Conferencia Episcopal de México emitió un comunicado subrayando que la sociedad ya no debe maravillarse ante la violencia cuando los niños no nacidos son abortados. "Las múltiples expresiones de la violencia en diferentes ámbitos y con diferentes niveles de la vida de las personas y la sociedad, no debería sorprender si la vida de los niños no nacidos viene destruida por el aborto", dijeron los obispos mexicanos en un comunicado del 9 de septiembre, donde también hacen hincapié en su rechazo a prácticas como la fertilización in vitro. "Los niños deben recibirse en el respeto de la verdad del acto conyugal, que es al mismo tiempo unitivo y creativo, y evitar por todos los medios que sea distorsionada", se lee en el texto de la Conferencia Episcopal Mexicana.
"Creemos que, de acuerdo con el plan de Dios, los niños son un verdadero don y no un derecho individual de cualquier persona", agregan los obispos. Por esta razón, "la asistencia tecnológica para la procreación, debería respetar siempre la verdad y evitar la sustitución de la lógica del amor con que la producción".
"Conscientes del dolor que la infertilidad y la esterilidad trae, animamos los esfuerzos de aquellos que trabajan tratando de superarlo con las terapias adecuadas y respetuosas del valor de la vida humana", continuan los obispos, y agregando que, cuando se acerca el final de la vida, la eutanasia no es una solución. "Creemos que la única respuesta adecuada a este problema son los cuidados paliativos a la calidad de vida de un enfermo terminal".
 "El fin deseable para una vida es la que respete la auténtica dignidad humana rodeanado a los enfermos terminales con el amor y los cuidados necesarios para aliviar su sufrimiento, y proporcionar apoyo a la vida, y así poder poner fin de forma natural a su existencia en este mundo".

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