La fuerza de la Fe para cautivar la razón
 
El papa Benedicto XVI sumará por primera vez el jueves a cuatro no creyentes al encuentro interreligioso de Asís, una iniciativa original que lleva su marca y que hace concreta su prioridad de un diálogo entre creyentes y ateos, entre "fe y razón".
La lingüista francesa Julia Kristeva, el filósofo italiano Remo Bodei, el filósofo mexicano Guillermo Hurtado y el economista austríaco Walter Baier han aceptado la invitación, y se encontrarán con obispos, pastores, imanes, rabinos y monjes budistas en la ciudad natal de San Francisco, con ocasión del 25º aniversario del reencuentro histórico organizado por el papa Juan Pablo II.
Kristeva tendrá el responsabilidad de hablar delante del papa y los otros religiosos. Esta invitación a personalidades no creyentes y ligadas a la cultura será seguramente mal recibida por los cristianos integristas y ciertos invitados de otras religioes, quienes consideran que esas cuatro presencias desfiguran la dimensión estrictamente religiosa de la reunión en Asís.
"Esto viene de él, es su marca personal", dijo a AFP el sacerdote católico francés Laurent Mazas, del Consejo pontificio por la cultura. Esta decisión sorprendió incluso a diversos cardenales. Durante sus votos a la Curia en 2009, el papa había adelantado su nueva prioridad: "el diálogo con las religiones debe ajustarse al diálogo con aquellos para quienes la religión es un cosa extraña, para quienes Dios es desconocido, y quienes, sin embargo, no quieren permanecer sin Dios".
En julio, el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, una persona próxima a Benedicto XVI, opinó que los cuestionamientos legítimos de los no creyentes ayudan a los creyentes. "Estamos convencidos de que la posición de quien no cree puede jugar un rol saludable para la religión como tal, ayudando por ejemplo a identificar posibles desvíos o falsificaciones", había dicho, en una alusión a las sectas y fundamentalismos que amenazan a todas las religiones.
Durante su visita a Alemania en septiembre, Joseph Ratzinger había formulado un elogio sorprendente a los "agnósticos, que no encuentran la paz", "más próximos del reino de Dios que aquellos que son fieles solo por rutina".
Para Mazas, "el Papa desea eliminar la frontera entre los dos mundos, salir de la oposición dialéctica, donde apenas se lanzan anatemas recíprocos". De su discurso de 2009 nació otra faceta de este diálogo: el "Patio de los Gentiles", que hace una referencia al "Atrium Gentium" donde, en el antiguo templo de Jerusalén, los no judíos podían dialogar con los judíos.
Varios encuentros del "Patio de los Gentiles" ya fueron realizados, como que el que tuvo lugar en París en marzo, una reunión con la Francia laica que había indignado a los católicos convictos. El Consejo pontificio por la cultura planificó otros encuentros con el mundo de la cultura en Tirana (Albania), Barcelona (España), Palermo (Italia), Praga (República Checa), Milán (Italia) y Nueva York (Estados Unidos), mientras que otras reuniones están en elaboración.
El diálogo con los no creyentes, explicó el padre Mazas, responde al temperamento del papa: un profesor a quien le gusta la confrontación de ideas y quiere mostrar que nada relativo a la fe se opone a la razón. Sin embargo, para él un diálogo sano se apoya en el reconocimiento de las diferencias.
El cardenal Gianfranco Ravasi, el creativo presidente del Consejo de la cultura, es consciente de que este diálogo con intelectuales que tienen una simpatía con el cristianismo posee un alcance limitado, porque está lejos de alcanzar la inmensa "zona gris" de quienes ignoran la fe y los que simplemente sin indiferentes".

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