Una cadena con la imagen de la Virgen María colgó del pecho del velocista Usain Bolt durante la prueba de los 100 metros planos, después de la cual, finalmente, ganó el oro en Londres. La fotografía le dio la vuelta al mundo, especialmente en medios católicos, que destacaron la devoción del jamaiquino, al tiempo que resaltaban la de muchos otros atletas olímpicos que no ocultaron su fe durante los Juegos.

 

Según informó radio Vaticano, en la Villa Olímpica de Londres se han celebrado hasta tres misas diarias.

“El nombre de Dios se ha escuchado en los labios de los campeones que le agradecen sus victorias, las cámaras muestran las oraciones en el instante previo a las competencias y los atletas no han dudado en portar los símbolos religiosos que les aumentan la confianza durante las pruebas olímpicas. Esos mismos símbolos religiosos que están prohibidos por las leyes laborales británicas”, registra la agencia de noticias Gaudium Press.

Yuri Alvear, judoca colombiana , medallista de bronce olímpico en Londres 2012 dijo: «Dios me dio una medalla de bronce en los Olímpicos», explicó.  «Puedo decir feliz y contenta que Dios me dio una medalla de bronce en los olímpicos, pero sé que la victoria no fue esa, la victoria fue cuando acepté a Jesucristo en mi corazón y cuando decidí cumplir su palabra», aseguró la deportista colombiana en rueda de prensa.

Sin dejar de mencionar en cada respuesta la presencia de Dios como su guía espiritual, Alvear enfatizó en que ese Dios tiene un plan en la vida de cada persona.

«Él tiene para cada persona un plan y a los deportistas nos da un talento, y eso se desarrolla con disciplina, claro que hay que pagar un costo que es trabajar mucho, y alejarse de la familia, pero hay que tener mucha disciplina y dedicación», dijo.

Bolt mira al cielo antes de cada carrera y se persigna varias veces. Katie Ledecky, nadadora norteamericana, contó que ella reza un Avemaría antes de lanzarse a la piscina en busca de una medalla. Carlos Ballvé, del equipo español de hockey sobre césped, tampoco ocultó su devoción. De hecho, ha dicho que ingresará a un seminario belga tras finalizar las olimpiadas.

 

Seminarista atleta

 

Carlos Ballvé, Litus para los amigos, es un defensa de la selección española de hockey sobre césped que participa en las Olimpiadas de Londres 2012; sin embargo, apenas termine el torneo, volará hacia Bélgica para terminar sus estudios en el seminario.

Según informó el diario español El País, “Litus tiene motivos de sobra para creer. Llegó a tener tres cuartas partes de un pulmón inutilizado, no ya para hacer deporte, sino para cualquier cosa. Pero logró curarse”.

Sin embargo, aunque siempre se consideró una persona creyente, fue recién en 2005 cuando tomó conciencia de la importancia de Dios en suvida. En el verano de aquel año, todo empezó a cambiar dentro de él, mientras competía en el Mundial sub-21.

“Empezamos muy mal la competición. Iba tan mal que un domingo fui amisa y le ofrecí un pacto a Dios: le dije que si Él arreglaba ese Mundial, yo iría a Medjugorje  con mi padre. Hicimos historia. Nunca antes una sub-21 había logrado una medalla y nosotros quedamos terceros”, afirmó.

Ballvé cumplió su promesa y visitó el lugar donde se cree se apareció la Virgen María.

Sin embargo, su vida todavía no cambiaba de rumbo, seguía “saliendo de fiesta, con chicas, derrochando dinero y con pocas o ninguna intención de rezar”. Pero “algo dentro de mí me dijo: ‘Litus, eres libre y puedes hacer lo que quieras, pero así no eres feliz”.

Aunque estaba en su mejor momento deportivo, decidió salir de nuevo e ir al encuentro de Dios. Le dije: “No sé qué pasa, están pasando cosas muy raras. Yo quiero jugar limpio contigo, así que aquí me tienes, haz lo que quieras”. Su vida empezó a cambiar y solo le pidió al Señor que le dejara cumplir su sueño de ir a los juegos olímpicos.

Según indicó El País, “gracias a un pacto con el seminario de Barcelona y el Club Atlético Terrassa, pudo compaginar la llamada de Dios (…) con el deporte”.

“Ballvé reconoce estar viviendo ‘una experiencia increíble, preciosa’, tratando de aportar ‘un valor más’: ‘No solo el ganar, sino crecer en mi vivencia de la fe, compartiendo esto con gente de tantas partes del mundo’”.

 

Atleta etíope Meseret Defar muestra al mundo la imagen de la Virgen María

La atleta etíope Meseret Defar protagonizó uno de los momentos más emotivos de las Olimpiadas de Londres 2012 cuando al cruzar la meta en la final femenina de los 5.000 metros planos y hacerse de la medalla de oro, sacó de su pecho una imagen de la Virgen María, la mostró a las cámaras y se la puso en el rostro en un momento de intensa oración.

Defar, cristiana ortodoxa, encomendó su carrera a Dios con una señal de la cruz y completó la distancia en 15:04:25, venciendo a su compatriota y tradicional rival Tirunesh Dibaba, quien llegó como favorita de la prueba.

Con lágrimas de emoción, Defar mostró al mundo la imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos que la acompañó en todo el recorrido.

Durante toda la carrera, tres corredoras etíopes y tres de Kenia se disputaban los primeros lugares, Defar aceleró en el último tramo y logró separarse del grupo.

La medalla de plata fue para Vivian Cheruiyot de Kenia y la de bronce para Dibaba.

“El más concurrido de los servicios religiosos en las Olimpiadas, Londres 2012, fue la eucaristía diaria. Hay un número de atletas y delegados de muchas naciones que vienen todos los días y ponen a Cristo en el centro de lo que hacen”, relató a radio Vaticano James Parker, coordinador de la pastoral de los atletas olímpicos. {youtube}CIoISPyswlk{/youtube}

 

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