EL MUNDO.-El Vaticano advierte que ahora hace falta que también estén de acuerdo con ella el Gobierno de Irak y EEUU / El clérigo rebelde se niega a recibir a una delegación de la Conferencia Nacional que iba a pedir su rendición. El Vaticano, que con tanto ahínco trató de evitar la Guerra de Irak, está dispuesto ahora a ofrecer sus buenos oficios para lograr el fin de los cruentos combates en Nayaf. Eso sí, siempre y cuando exista una auténtica voluntad de las partes implicadas de buscar vías pacíficas para resolver el conflicto. El movimiento del clérigo chií Muqtada al Sadr aceptó ayer la oferta de la Santa Sede. «Damos la bienvenida a la iniciativa del Papa y lo instamos a que intervenga para resolver la crisis», declaró un portavoz de Muqtada. «Obviamente, la Santa Sede siempre está dispuesta a ayudar a las partes para que hablen y dialoguen, a condición de que exista de verdad una voluntad de emprender vías pacíficas para la solución de los conflictos», afirmó ayer el subdirector de la sala de prensa vaticana, el padre Ciro Benedettini, en una declaración escrita, en la que se reconoció que «desde varias partes» se ha pedido la intervención vaticana. «Desde varias partes se ha solicitado a la Santa Sede si era posible que se interesase por la suspensión de los combates en Nayaf», agregó el padre Benedettini, quien sin embargo no especificó de qué parte se trataba, por lo que por el momento no está claro si EEUU y el Gobierno iraquí han auspiciado también esta mediación. El religioso se limitó a precisar que la Secretaría de Estado vaticana permanece en «estrecho contacto» con el patriarca caldeo y el episcopado iraquí, y que el nuncio apostólico en Bagdad, monseñor Fernando Filoni, «sigue directamente la evolución de la situación». Desde hace 13 días, Nayaf es escenario de violentos combates entre militantes del clérigo chií Muqtada al Sadr y las tropas estadounidenses, apoyadas por policías iraquíes que asedian la mezquita de Ali, donde está atrincherado el líder religioso radical. «Muqtada al Sadr ha apreciado la apertura de la Santa Sede a declararse disponible a mediar para resolver la crisis de Nayaf», indicó ayer monseñor Filoni, interpelado por la agencia misionera AsiaNews. Según el diplomático pontificio, «la Santa Sede ha confirmado su disponibilidad a hacer de intermediario entre las partes», pero el punto fundamental es «entender cuáles son las reales intenciones de las partes en lucha». El clérigo chií dio ayer la bienvenida a la iniciativa del Papa.No en vano, hace pocos días, mientras Juan Pablo II se encontraba en Lourdes, un portavoz de Muqtada al Sadr había lanzado un llamamiento al Gobierno italiano y al Vaticano para que propiciasen una tregua en Nayaf. Tras varias consultas, el Vaticano había decidido «no echarse atrás», como dijo el lunes el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, quien comunicó oficialmente la diponibilidad de la Santa Sede a mediar. «Si se nos pide, el Papa consentirá de buena gana a esta mediación», afirmó Sodano ante los micrófonos de la radio estatal italiana RAI. «El objetivo es que todas las partes se sienten alrededor de una mesa y hablen». El cardenal de Estado vaticano subrayó que «toda la obra del Papa y de la Santa Sede es una obra de mediación».«Ciertamente, el Papa no se echará atrás», dijo. Sobre una posible mediación vaticana, el patriarca Emmanuel Karim Delly, jefe de la Iglesia católica de rito caldeo en Irak, se declaró ayer «feliz» al ver «que el Papa es reconocido por todos, por los musulmanes, como un elemento de paz y de tranquilidad».«Dañar los lugares santos es siempre un daño, una cosa que Dios no quiere; esperemos que la mediación del Vaticano pueda devolver la paz a Nayaf; pero la paz debe estar por doquier, en todas nuestras ciudades, no sólo en Nayaf», añadió el patriarca de los caldeos.

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