LAS PROCESIONES Y RITOS PARA ELEGIR A UN PAPA

 

 

La elección de un Papa no es una decisión rápida o trivial que resulta en un boleto ganador. Es oración y tradicionales con los Cardenales electores de voto o, en este caso 115, muy consciente de sus responsabilidades, a sabiendas de que están eligiendo el próximo sucesor de Pedro y el líder de 1,2 millones de católicos del mundo. El martes 12 de marzo a las 10h (hora de Roma) misa fue celebrada en la Basílica de San Pedro con todos los cardenales presentes, incluyendo a aquellos que no pueden votar debido a que son mayores de 80 años o más. Después de la Misa los Cardenales se moverán a su lugar de residencia durante el cónclave. Por la tarde todos se irán a la Capilla Paulina del Palacio Apostólico y en el proceso de 16:30 de la Capilla Paulina a la Capilla Sixtina, donde tomarán un juramento.

 

Las palabras «extra omnes», será impartido por el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias y de todos aquellos que no participan en el cónclave se deja la puerta se cerrará y una vez encerrados dentro  los Cardenales escucharán una meditación sobre el grave deber que corresponde a ellos, y sobre la necesidad de actuar con rectitud de intención por el bien de la Iglesia Universal. Es sólo entonces que se procederá a la primera votación. A las 7 pm se rezará las Vísperas, antes de regresar a su residencia de la Domus Sanctae Marthae en el Vaticano. El humo negro se verá en la chimenea que significaq ue  la primera votación del cónclave no tuvo resultados. Los Cardenales volverá a la mañana siguiente para continuar el cónclave. Dos votaciones se llevan a cabo en la mañana y dos por la tarde. Por lo tanto, cuando hay una mayoría de dos tercios o un resultado, es probable que sea alrededor de las 12 horas o 17:00 cuando el humo blanco se verá en el techo de la Capilla Sixtina y las campanas sonará. Cuando un cardenal ha sido elegido todavía hay tradición cuidadosa a seguir: se le solicitará formalmente si acepta la elección canónica como Sumo Pontífice. Después de dar su consentimiento es la pregunta «¿Por qué nombre quieres ser llamado?» Es entonces cuando las papeletas se queman y la «fumata» o humo marca indica el éxito de las elecciones.

 

El nuevo Papa se tiene que cambiar las vestiduras papales blancas en la «Sala de las Lágrimas» – llamado así por la emoción del momento. Cuando regresa hay una lectura del Evangelio, la oración y una procesión de Cardenales, uno por uno saludando al nuevo pontífice, felicitándolo y prometiendo su obediencia. El Papa y los Cardenales cantan el Te Deum juntos. Antes de ir a la terraza, donde miles se han reunido en la Plaza de San Pedro, el Papa se detiene en la Capilla Paulina a rezar ante el Santísimo Sacramento. Luego pasa al balcón o logia para saludar a los congregados en la plaza y los millones de espectadores en directo en todo el mundo. Él da el «Urbi et Orbe» bendición – y su vida nunca será igual otra vez.

 

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