Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?

Evangelio Diario y Meditación

+Santo Evangelio

Evangelio según San Lucas 18,1-8. 

Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: 

«En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; 

y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: ‘Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario’. 

Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: ‘Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme'». 

Y el Señor dijo: «Oigan lo que dijo este juez injusto. 

Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar? 

Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?». 

+Meditación:

San Juan Climaco

    La oración es, en cuanto a su naturaleza, la conversación y la unión del hombre con Dios y, en cuanto a su eficacia, la conservación del mundo y su reconciliación con Dios, un puente elevado para  pasar por encima las tentaciones, una muralla contra las tribulaciones, la extinción de las guerras, la alegría futura, la actividad que no cesa jamás, la fuente de las gracias, el proveedor de los carismas, un progreso invisible, el alimento del alma, la iluminación del espíritu, el hacha que cercena la desesperanza, el destierro de la tristeza, la reducción de la cólera, el espejo del progreso, la manifestación de nuestra medida, la prueba del estado de nuestra alma, la revelación de las cosas futuras, el anuncio seguro de la gloria. 

      Sé valiente, y tendrás a Dios mismo como maestro de la oración. Es imposible aprender a ver tales cosas por medio de palabras puesto que ver es un efecto de la naturaleza. Asimismo, es imposible aprender la belleza de la oración a través de la enseñanza de otro. La oración sólo se aprende orando y tiene a Dios por maestro, Él que enseña al hombre la ciencia,… que otorga el don de la oración a aquel que ora, y que bendice los años del justo. 

+Comunión Espiritual:

De Santa Margarita María Alacoque

  “Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado.” Amén.

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