¿Es posible tener Retiros o Ejercicios Espirituales en la casa o el trabajo?

 

Claramente no exigen las condiciones que el recogimiento de un templo, santuario o recinto adecuado puede otorgar. En la medida de lo posible, todo fiel debe buscar al menos 5 días seguidos, al año, hacer Ejercicios Espirituales, en un lugar y ajo una guía adecuada.

Pero como las ocupaciones, trabajo y responsabilidades no lo permiten, es necesario buscar las instancias para el recogimiento, la meditación y el silencio posible, con el fin de incrementar la vida interior, profundizar en la Fe y la doctrina católica y tener un crecimiento en la vida espiritual, según los dones y gracias que el Señor, generosamente va otorgando.

Esta instancia, no puede suplir, por lo tanto, toda la practica espiritual y de vida cristiana que cada uno lleva habitualmente. Es decir, ni debe dejar de cumplir con sus deberes de estado (como jefe de casa, trabajos en el taller, el cuidado y mantención del hogar, la alimentación de la familia, etc.), ni los deberes y buenos hábitos de la  vida interior (Santa Misa y comunión frecuente, confesión habitual, Adoración Eucarística, Rosario y Apostolado). Incluso, poder meditar y ejercitarse espiritualmente, supone el llevar a cabo, las tareas y responsabilidades para con Dios y para con el prójimo, de la mejor manera posible. EL pedir gracia supone no despreciar la voluntad de Dios y no abandonar la cruz que cada uno debe tomar a cuestas.

 

Ideas prácticas:

Si muchas veces se plantea como un modo de ayuno, (aunque no reemplaza, en las posibilidades reales, al ayuno bíblico y tradicional de reducción de la comida y la abstinencia), el limitar el uso de redes, teléfonos y televisión, no deja de ser una medida importante para que, dejando de lado la continua estimulación y ansiedad, que generan en ocasiones estos medios, se de lugar al recogimiento y la reflexión, incrementando con el auxilio de la gracia, el ponderar y meditarlo todo en el corazón, como lo hacia nuestra Madre, la Virgen Santísima (Lc. 2, 51).

No se puede prescindir de un sacrificio añadido. Parte de la penitencia recomendada, pero también de las disposiciones que los mismos santos han querido procurar en las almas, en los Ejercicios Espirituales o procesos formativos: Ordenar el horario, asegurando un poco te tiempo matutino para una pequeña lectura espiritual, o una breve Meditación del Evangelio, una instancia más extendida de lectura o de meditación en el resto del día, ante una Cruz, Imagen o de preferencia el Santísimo Sacramento. Es importante mencionar, que quienes por horario y lugar, no pueden asistir a Misa diariamente, para comulgar, pueden procurar hacer la Comunión Espiritual. Desde y hacia le Eucaristía, principio y fin de toda la vida de la Iglesia, bajo el amparo de María, por medio del Santo Rosario.

Cada uno debe procurar organizar su horario, en este Tiempo Litúrgico.

Cada día dispondremos para ustedes el Santo Evangelio, con la Meditación según los Padres de la Iglesia o un Santo, agregando una Reflexión Cuaresmal (Audio) , generalmente del Santo Padre y la Meditación Ignaciana (Video), según los Ejercicios de San Ignacio de Loyola.

También enviaremos material de apoyo, si el tiempo se los permite. 

Recomendamos buscar un lugar en casa, junto a una Cruz, la Biblia, Agua Bendita y libreta para apuntes. Lejos del ruido, sin causar molestias ni buscar llamar la atención, con el Corazón, la mente y los sentidos puestos en el Señor y nuestra Madre que nos auxilia.

Así como las fechas o eventos importantes nos concentran, aun en medio de tanta ocupación, así también y más aun nuestro encuentro con el Señor.

 

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