La historia del monje que nos invita a la penitencia y a la conversión

 


Vestido con hábitos de yute, de rodillas y rezando


 

Por redes sociales aparece el monje que habría anunciado el coronavirus en la proclamación del papa Francisco, pero los hechos dicen que también anunció lo que viviría la Iglesia y los tiempos difíciles para la humanidad.

En medio de una de Plaza de San Pedro que seguía vacía al inicio de la mañana del miércoles 12 de Marzo del 2013, con mucho frío y una lluvia persistente en Roma, la figura de un anciano, descalzo, vestido con hábitos de yute, de rodillas y rezando, llamó la atención. Massimo Coppo, de 64 años, llegó el martes al Vaticano con la intención de quedarse rezando en frente de la Basílica de San Pedro hasta el final del cónclave que eligiría al nuevo Papa. “Me quedaré hasta que vea el humo blanco”, dijo esa mañana. Coppo vive en Asís, en la región de Umbria, en una comunidad de franciscanos que predica el voto de pobreza y vida dedicada a la oración. Licenciado en Ciencias de la Agricultura, fue profesor hasta los 32 años, cuando conoció a la comunidad. Familia de Belén    Hasta entonces era protestante – fue a esa edad que se encontró con un católico y comenzó a emplear lo que él llama vocación. “Conocí a algunos hombres en Perugia y se dio cuenta de que quería ser católico. Fue entonces cuando lo dejo todo, trabajo, bienes, etc, para orar y para dedicarse a Dios. ”

Massimo Coppo es un laico que pertenece a una pequeña comunidad llamada Comunidad Familia de Belén, con sede en Rocca Sant´Angelo, a 12 kilómetros de Asís, creada hace 30 años. Pronunció un voto de pobreza y de vida dedicada a la oración a los 32 años.

Massimo Coppo es hijo de Alberto Coppo, que fue profesor de Arte y Filosofía y escritor, con algunas novelas premiadas. Massimo estudió una diplomatura en el Liceo clásico, y estudió secundaria en Indiana, EEUU. Se preparó para ser profesor de ciencias agrarias, pero lo dejó todo a los 32 años cuando conoció a Marcello Ciai, fundador de la Comunidad Familia de Belén, a quien considera un profeta de nuestra época.

Primero fue un voluntario de la asociación, ayudando con sus conocimientos agrícolas, luego fue el tesorero. Desde 2010 vive en Asís en condiciones penitentes, a menudo durmiendo en la calle o en portales, como parte de un llamado especial a la penitencia pública.

Massimo escribió en 2007 un libro que se titula «Desde la tierra de Asís, un Espíritu de profecía sobre el colapso de la economía», que presenta la figura del fundador Marcello Ciai, sus visiones y hechos milagrosos y actividad caritativa. El libro se encuentra disponible en Amazon, en idioma inglés, formato digital.

 

 

 

 

 

MENSAJE EN 2013

Hace siete años Massimo Coppo, un hombre descalzo vestido como mendigo, llegó al Vaticano un 13 de marzo justo el mismo día que el cónclave estaba eligiendo al Papa Francisco como el sucesor del Papa Emérito Benedicto XVI.

El monje llamó la atención de la prensa internacional porque se arrodilló en la Plaza de San Pedro durante horas, sin importar si había calor o lluvia, él se mostró fiel a su fe, y causaba asombro entre el resto de los visitantes quienes le tomaban fotos.

Unos de los fieles se le acercaron: una mujer lo cubrió con su sombrilla de la lluvia y un hombre se arrodilló junto a él durante dos horas.

Finalmente, los visitantes y los medios de comunicación se acercaron al monje para preguntarle sobre su hazaña. A lo que respondió: “Los quiero urgir a que en lugar de tomarme fotos se den cuenta de los tiempos tan difíciles que vivimos, muy difíciles”.

Asimismo, advirtió que se preveían tiempos de mucho sufrimiento para la Iglesia y para el mundo entero. “Este nuevo Papa tendrá un trabajo muy difícil y debemos prepararnos para sufrir. Muchos sufrimientos vienen para la Iglesia, el Vaticano y el mundo. Nos acercamos a los últimos tiempos, espero que se den cuenta de los tiempos a los que nos acercamos”, señaló.

 

 

 

 

 

MENSAJE EN EL 2019

El monje Massimo volvió a acaparar las miradas de los usuarios de las redes sociales, ya que a fines del 2019 fue captado en las calles de Valencia, España, en donde habla sobre el coronavirus.

En marzo del 2020, afirmó que:  “una vacuna contra el coronavirus esta vacuna es la palabra de Dios”, señala el monje quien enseguida recita el Salmo 91.

En otro vídeo que ha sido difundido en redes sociales el monje señala que llegó a España para alertar a la gente de que el coronavirus es una señal de la ira de Dios y que su amor es lo único que puede salvar a los humanos del coronavirus.