Kinshasa .- "Existen todos los elementos necesarios para provocar una posible deriva violenta del proceso electoral antes de la fatídica fecha del 28 de noviembre de 2011," dice un editorial, enviado a la Agencia Fides, por la "Red Paz para el Congo" promovido por los misioneros que operan en la República Democrática del Congo. Para el 28 de noviembre, están previstas las elecciones presidenciales congoleñas. En las últimas semanas, el editorial, "la guerra verbal que ha crecido hasta alcanzar proporciones preocupantes degeneró en violencia: manifestaciones reprimidas y periodistas agredidos, las sedes de los partidos políticos destruidas y muertos".
La tensión es grande y la atmósfera nociva, con el riesgo de que se pueda propagarse como la pólvora por todo el país. "El fondo del problema, aseguran los observadores bien informados, es el hombre político congoleño. Todos los políticos, pertenecientes a cualquier movimiento, parecen ignorar las bases del proceso electoral", dice el editorial. "A pesar de que aplaudieron la llegada de la democracia, al mismo tiempo, sin embargo, tienen su origen en una intolerancia política despreciable. ¿Aberración o falta de sentido común?  Porque es absurdo aceptar el sistema democrático y al mismo tiempo, ceder a la intolerancia política" continúa el editorial.
"El respeto a las reglas del juego es la clave para el éxito de cualquier proceso electoral pacífico. Se debe tener un mínimo de consenso entre las partes involucradas en el proceso electoral para salvar a toda la nación un nuevo ciclo de violencia. El hecho de registrar los actos de violencia ya en esta pre-electoral es una mala señal para el futuro. Es un hecho, que es absolutamente necesario acudir a las urnas para no sumir al país en el ciclo infernal de la ilegalidad y las transiciones interminables marcado por las negociaciones de ambigua de una "distribución justa y equilibrada del poder".
"Recurrir a la provocación para empujar a la autoridad al error es una táctico que se ve como una espada de doble filo. De hecho, todo depende siempre de la capacidad de controlar la situación antes de que se vuelva incontrolable. El llamamiento a la calma emitido por muchos debe ser entendido y seguido. No sirve de nada incendiar el edificio. Para tener éxito, todos deben respetar las reglas del juego", finalizan diciendo los misioneros.

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