«…Que no tarde el día en el que se llegue a la reconciliación entre las varias comunidades en Tierra Santa» pidió hoy el Papa Benedicto XVI, y para esto realizó un llamamiento para «rezar con confianza», durante el discurso realizado a los participantes en la Reunión de las Obras de ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO). El Pontífice, que recibió hoy en audiencia, en la Sala Clementina del Vaticano, a los participantes a la reunión de la ROACO, afirmó que «Jerusalén es Tierra Santa, hacia la que todos los cristianos tienen una deuda inolvidable. Llegan algunas señales positivas en estos meses que hacen crecer la esperanza y esperemos que no tarde en acercarse la reconciliación entre las varias comunidades operantes en Tierra Santa y por esto, no cesaremos de rezar con confianza». En el resto de su mensaje, el Papa invitó «a quien tiene más, que done a los pobres», refiriéndose a una sociedad donde reina el «individualismo» y que necesita «solidaridad que atraviese las fronteras». «Nuestro tiempo está caracterizado por el empuje del individualismo y por ello es aún más necesario que los cristianos ofrezcan el testimonio de una solidaridad de atraviese las fronteras para construir un mundo, en el que todos se sientan acogidos y respetados», dijo el Papa.