Fumata negra en el Vaticano. Al principio se creyó que era blanca, por lo que la celebraron los miles de fieles presentes en la Plaza San Pedro. Luego el color se hizo evidente. El humo negro ha dicho ’no’. El primer intento de los 115 cardenales encargados de elegir al nuevo Sumo Pontífice ha sido vano. Ninguno de los llamados ’papables’, por la prensa, reunió los votos necesarios para alzarse como sucesor de Pedro. Es probable que en las primeras votaciones se ha buscado definir quienes serían de verdad los posibles candidatos. Las campanas del Vaticano deberán aguardar las próximas votaciones para repicar por el nuevo Papa. Los cardenales comienzan largas jornadas de oración y meditación, para discernir cual es la voluntad del Espíritu Santo. La muchedumbre que aguardaba el anuncio de la chimenea que sobresale del tejado de la Capilla Sixtina ha comenzado a gritar «¡No tenemos Papa!». Para ser elegido Papa es necesario alcanzar dos tercios de los votos de los cardenales electores. Visto que son 115, se necesitarán 77. En los tres primeros días están previstas dos votaciones por la mañana y dos por la tarde. Si tras esos tres días ninguno ha alcanzado los 77 votos, se procederá a una jornada de reflexión y plegarias en la que no se votará. Después se reanudarán las votaciones por otros siete eventuales escrutinios. Si tampoco ha salido Papa se procederá a una nueva jornada de reflexión. Después se procederá a otros eventuales siete escrutinios. Si sigue sin haber fumata blanca habrá otra pausa de reflexión y otros siete escrutinios. Tras esas votaciones el nuevo Pontífice se elegirá entre los dos más votados, pero siempre deberá lograr la mayoría absoluta de los votos.