De San Juan Pablo II a la juventud: Es necesario reafirmar con claridad que la pureza del corazón y del cuerpo debe ser defendida, pues la castidad ‘custodia’ el amor auténtico.

San Juan Pablo II recordó a los jóvenes del mundo, el 6 de Julio del año 2003, que la felicidad exige valentía y el amor auténtico demanda castidad y oración, al recordar la vida de Santa María Goretti, “pequeña y dulce mártir de la pureza”, cuya fiesta se celebra cada 6 de julio. Recordó la muerte de “Marieta” –como la llamaban familiarmente-, y afirmó que “su cuerpo mortal descansa en la iglesia de Nettuno, en la diócesis de Albano, y su preciosa alma vive en la gloria de Dios”.

 

“¿Qué les dice a los jóvenes de hoy esta muchacha frágil, pero cristianamente madura, con su vida y sobre todo con su heroica muerte?”, cuestionó el Santo Papa y agregó: “recuerda a la juventud del tercer milenio que la auténtica felicidad exige valentía y espíritu de sacrificio, rechazo de todo compromiso con el mal y disponibilidad para pagar con el propio sacrificio, incluso con la muerte, la fidelidad a Dios y a sus mandamientos.”

Santo Padre

“¡Qué actual es este mensaje! Hoy se exalta con frecuencia el placer, el egoísmo, o incluso la inmoralidad, en nombre de falsos ideales de libertad y felicidad. Es necesario reafirmar con claridad que la pureza del corazón y del cuerpo debe ser defendida, pues la castidad ‘custodia’ el amor auténtico”, indicó.

En este sentido, precisó que “la pureza de corazón, como toda virtud, exige un entrenamiento diario de la voluntad y una disciplina constante interior. Exige, ante todo, el asiduo recurso a Dios en la oración”.

El Papa pidió la intercesión de Santa María Goretti para que “ayude a los jóvenes a experimentar la belleza y la alegría de la bienaventuranza evangélica: ‘Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios’ (Mateo 5, 8)”.

Juan Pablo II también pidió a la Virgen María, “que sostuvo a María Goretti en la prueba, ayude a todos, en especial a los adolescentes y jóvenes a descubrir el valor y la importancia de la castidad para construir la civilización del amor”.

 

 

 

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