Santa Sede.- El obispo Elio Sgreccia, nombrado reciéntemente, por el papa Juan Pablo II, presidente de la Academia Pontificia de la Vida, advirtió sobre el peligro de «comercio» de niños o «adopciones ilícitas» que podría surgir a partir de la gran cantidad de huérfanos dejados por el maremoto en el sudeste asiático. Monseñor Sgreccia condenó «este comercio de vidas humanas, que existía también antes de esta tragedia en las regiones afectadas por la reciente catastrofe, y que podría continuar también con modos de adopción ilícitos». «Es un hecho que debe terminar en el mundo. Nuestra civilización debe cancelar esta vergüenza, la vergüenza de suprimir a los inocentes, antes o después del nacimiento», declaró. Por su parte, el nuncio del Vaticano en Indonesia, monseñor Albert Malcom Ranjith, declaró no tener «noticias directas de comercio de vidas humanas o de adopciones ilegales», pero si sabe que efectivamente «el gobierno se está ocupando de la cuestión» . Monseñor Elio Sgreccia, acaba de ser designado presidente de la Academia Pontificia para la Vida, organismo del cual era, hasta ahora, vicepresidente. El Santo Padre nombró también canciller de la Academia Pontificia para la Vida a Ignacio Carrasco de Paula, de la prelatura personal del Opus Dei.