El Papa concluyó la semana de ejercicios espirituales, que, como cada año, se realizan con motivo de la Cuaresma y que le han servido para facilitar su recuperación tras su enfermedad por la que fue hospitalizado a principios de mes. Los ejercicios, que han estado dirigidos por el obispo de Novara (Italia), Renato Corti, concluyeron con una Misa solemne, a la que siguió una Adoración Eucarística, en la Basílica de San Pedro. En la celebración, por primera vez en su Pontificado, no participó Juan Pablo II, aunque está previsto que mañana, domingo, realice una aparición pública durante el rezo del Angelus desde la ventana de su departamento, como ya hizo la semana pasada. Con el final de este recogimiento comienzan de nuevo las actividades públicas del Obispo de Roma, que para los próximos días tiene en la agenda, entre otras cosas, una audiencia con el primer ministro de Croacia.

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