Roma, 19 (NE – eclesiales.org) Luego de varios días de descanso, el Papa Juan Pablo II abandonó ayer la localidad de Les Combes, en el Valle de Aosta, para trasladarse a la residencia pontificia en Castelgandolfo. Por la tarde del sábado, el Pontífice se despidió de las autoridades, fuerzas de seguridad y residentes de Introd y se trasladó a Castel Gandolfo –a unos 30 kilómetros de Roma-, donde pasará el resto del período de verano. “Antes de dejar este lugar encantador, donde he podido pasar un período de tonificador reposo, siento la necesidad de dirigirle mi más sincero agradecimiento a usted, señor alcalde, a la Junta y a todo el Consejo Municipal de Introd por la cordial acogida que me han dispensado junto a mis colaboradores”, dijo el Papa en la tarde del sábado al despedirse de las autoridades. “Pido al Señor, cuya omnipotente providencia se vislumbra en estos paisajes alpinos, que siga protegiendo a la comunidad y a los administradores de Introd. Que desde lo alto de esta montaña vele por vosotros, queridísimos hermanos y hermanas, la Virgen del Gran Paraíso. Por mi parte os aseguro un especial recuerdo en la oración”, expresó el Papa.

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