Esta audiencia, que el Vaticano considera de carácter privado, es la primera que Benedicto XVI mantiene con los Reyes de España y la primera también con el jefe de una Casa Real. El pasado 24 de abril, los Reyes ocuparon un lugar preferente en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, durante la solemne ceremonia con la que el hasta entonces cardenal Josef Ratzinger inició su Pontificado, como sucesor de Juan Pablo II. Al concluir la misa al aire libre, los Reyes tuvieron la oportunidad de saludar al nuevo Papa en el interior de la Basílica de San Pedro, donde Benedicto XVI fue felicitado por todas las delegaciones internacionales que acudieron ese día al Vaticano. Quince días antes, los Reyes habían viajado a Roma para asistir, también en la Plaza de San Pedro, al funeral por Juan Pablo II, con quien la Familia Real Española mantuvo una estrecha y cordial relación durante sus más de veinticinco años de Pontificado. Numerosas han sido las visitas de la Familia Real al Vaticano en las últimas décadas, por diferentes motivos. Es una antigua tradición que los miembros de la Familia Real Española visiten al Papa poco después de contraer matrimonio. En 1977, los Reyes fueron recibidos en audiencia por Pablo VI, y un año después, el 3 de septiembre de 1978, asistieron a los actos de inicio de Pontificado de Juan Pablo I. El 21 de octubre de ese mismo año, don Juan Carlos y doña Sofía asistieron a la ceremonia de proclamación de su sucesor, Juan Pablo II, a quien visitaron en el Vaticano en varias ocasiones.

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