Es conveniente redimensionar con la verdad el alcance y las proporciones del problema pedófilo en la Iglesia católica, porque, como hemos anotado, al lado de la verdad se han dicho muchas mentiras y exageraciones con motivaciones antirreligiosas, anticatólicas, intereses económicos y actitudes revanchistas de grupos y asociaciones que no participan de las enseñanzas y actitudes del catolicismo.
No es verdad que la pedofilia sea una “pandemia” entre el clero y los religiosos católicos. La mayoría de los abusos constatados se han hecho no con niños sino con adolescentes (efebofilia) y la proporción ha oscilado entre el 2% ó 3% del clero y religiosos.
Esta es una cifra inferior a la pedofilia entre los hombres casados y al de los clérigos de otras confesiones religiosas. Porcentajes más altos de pedofilia los encontramos entre los maestros, los policías, los médicos, los psicólogos y otras profesiones.
También otras confesiones no católicas han reconocido porcentajes más altos de pedofilia entre sus clérigos que entre los clérigos católicos2.
 La verdad es que todas las instituciones relacionadas con niños y jóvenes atraen a personas que buscan un contacto ilícito con los menores. Esto vale para las asociaciones deportivas, para las instituciones de asistencia a jóvenes y, naturalmente, también para las iglesias (M. Lütz 2010, 14).
No es verdad que el celibato lleve a la pedofilia o a otras desviaciones sexuales. El ambiente donde mayor número de casos pedófilos se presenta es la familia; y son personas heterosexuales casadas y con relaciones sexuales, las que mayormente abusan de los menores o manifiestan conductas sexuales desviadas.
La discusión sobre si el celibato deba ser obligatario para el sacerdote católico latino se ha de plantear aparte del problema pedófilo y de las conductas sexuales desviadas. Es cuestión de discusión teológica, de régimen de la Iglesia, de convicciones espirituales y de ejercicio de la libertad. Mezclar los argumentos no ayuda a nada, sino que causa mayor confusión.
No es verdad que la homosexualidad no está conectada con la pedofilia. Es tres veces más probable que los homosexuales sean pedófilos que los hombres heterosexuales. Un tercio de varones homosexuales sienten atracción por los adolescentes (Jenkins 1996, 65) y la mayoría de los abusos de clérigos pedófilos se realizan no con niños/as, sino con adolescentes (efebofilia), manifestando esos clérigos claras tendencias homosexuales (Hudson 2002, 2).
Arveiller, J et al " Pedophilie et Psyquiatrie , Reperes Historiques" Evolucion.  Psyquitrique

La Pedofilia en la Iglesia

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