CIUDAD DEL VATICANO, 11 ENE 2005 (VIS).-Juan Pablo II recibió hoy a 150 participantes en el sínodo de las eparquías italoalbanesas en Italia, a quienes acompañaba el cardenal Ignace Moussa I Daoud, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales. El tema del sínodo es «Comunión y anuncio del Evangelio». «Se trata de un tema muy actual para vuestras dos eparquías y para el monasterio exarcal de Grottaferrata -dijo el Papa-. Vuestras realidades eclesiales, herederas de un patrimonio espiritual común, están llamadas a testimoniar la unidad de la misma fe en contextos sociales diversos». «Vuestro sínodo ha puesto el acento -prosiguió- en temas esenciales como la catequesis y la mistagogía para el adecuado crecimiento espiritual del entero pueblo de Dios. Ha hallado, además, senderos teológicos y ascéticos para la preparación del clero y de los miembros de los Institutos de vida consagrada. (…) Os proponéis dedicar tiempo a una formación sólida enraizada en la tradición oriental y adecuada para responder de forma eficaz a los desafíos crecientes de la secularización». El Santo Padre se refirió después a la belleza del rito bizantino, de las oraciones eucarísticas y de la celebración de los sacramentos, subrayando que «toda la liturgia y el culto divino con su ricos himnos, constituyen un vehículo poderoso de catequesis para el pueblo cristiano». «Os aliento -concluyó- a proseguir vuestros contactos, gracias a la tradición litúrgica común, con las iglesias ortodoxas -deseosas también ellas-, de gloriar al único Dios y salvador. ¡Que el Señor Todopoderoso (…) conceda a todos los creyentes en Cristo vivir plenamente la unidad de la misma fe! Rezo por esta intención y pido al Señor que vuestro Sínodo contribuya a favorecer un anuncio renovado del Evangelio en todas vuestras comunidades, así como un fuerte empuje ecuménico».