Burundi, Africa (FD).- El padre Gerard Nzeyimana, sacerdote de 65 años de origen tutsi, Vicario Episcopal de la diócesis burundesa de Bururi, fue asesinado el lunes pasado. El Sacerdote era muy conocido por sus valientes denuncias ante los autores de violencia contra la población en estos 11 años de guerra civil en el país africano. En la tarde del lunes algunos hombres armados detuvieron el vehículo del padre Nzeyimana que regresaba de Bujumbura. Tras obligar a los ocupantes -tres religiosas y una niña- a descender del vehiculo , los asaltantes les robaron el dinero y los pocos objetos que llevaban consigo. Tras el robo, las religiosas y las niñas fueron maltratadas, pero se les permitió marcharse. El vicario episcopal fue obligado a seguir a los hombres armados. De los relatos recogidos por la agencia misionera, parece que fue asesinado a sangre fría con disparos en la cabeza, probablemente de una distancia corta. «No alcanzamos a entender por qué ha sido asesinado: entregó todo lo que los asaltantes le pidieron; sin embargo le mataron», afirmó el vicario general monseñor Herménégilde Ndoricimpa. «La noticia ha conmocionado a todos en la zona de Makamba, donde el padre Nzeyimana era vicario episcopal. Siempre se había comprometido a favor de la paz y nadie se explica por qué ha sido asesinado así, sin motivo aparente», añadió el «número dos» de la diócesis de Bururi, que en este período desempeña las funciones del obispo Bernard Bududira, ausente por razones de salud.

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