Gracias a Ella me ha perdonado y esperado por tanto tiempo la infinita misericordia de Dios

Insistimos:

Entraremos decididamente por este camino, firmemente convencidos de nuestra miseria e incapacidad…

Primera Semana

CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO 

Nuestros ratos de oración en dialogo intimo con Dios, los exámenes diarios de conciencia, las reflexiones, nuestros momentos de dirección espiritual, los actos de renuncia de nuestra propia voluntad, de arrepentimiento por nuestros pecados, de desprecio propio, realizado todo a los pies de María, ya que por Ella esperamos la luz para conocemos a nosotros mismos. Junto a Ella, podremos medir el abismo de nuestras miserias sin desesperar. Debemos emplear todas nuestras acciones piadosas en pedir un conocimiento propio y el arrepentimiento de nuestros pecados: y debemos hacer esto con espíritu de piedad. Durante este período, consideraremos tanto la oposición que existe entre el espíritu de Jesús y el nuestro, como el miserable y humillante estado en que nos han reducido los pecados. Además, siendo la verdadera devoción una manera fácil, corta, segura y perfecta para llegar a esa unión con Nuestro Señor, que es la perfección a la imitación de Cristo. Entraremos decididamente por este camino, firmemente convencidos de nuestra miseria e incapacidad. Pero, ¿cómo conseguir esto sin el conocimiento de sí mismo? Tenemos que luchar por conocernos de la mejor manera posible. 

«Durante la primera semana -dice el Santo- emplearán todas sus oraciones y ejercicios piadosos en pedir el conocimiento de sí mismo y todo lo harán con espíritu de humildad.»

«A primera vista – escribe el Padre Lhoumeau-, este período parece confundirse con el precedente; porque ¿cómo vaciarse del espíritu del mundo, sin examinarse y conocerse a sí mismo? Pero mirémoslo más de cerca y veremos cómo los ejercicios de esta semana nos hacen dar un paso adelante, bien que sin salir aún de la vía purgativa.» No tratamos ya sólo de convertirnos a Dios, apartándonos del espíritu del mundo, sino de alcanzar la perfección por el seguro camino de la humildad, comenzando por conocernos a nosotros mismos, por palpar nuestra impotencia y nuestra niñez para obligarnos a que nos arrojemos en brazos de nuestra Madre, en quien nos podremos apoyar seguros, para no desvanecernos, con el desaliento al mirar al profundo abismo de nuestras miserias.

Oraciones vocales.

ORACIONES DE LA PRIMERA SEMANA

 

DIA 14

Meditación breve:

KEMPIS: El que procura huir de la obediencia, él mismo se aparta de la gracia; y el que quiere tener cosas propias pierde las comunes. El que no se sujeta de buena gana a su superior, señal es que su carne aún no le obedece perfectamente, sino que muchas veces se resiste y murmura. Aprende, pues, a sujetarte prontamente a tu superior, si deseas tener tu carne sujeta. Porque tanto más presto se vence al enemigo exterior, cuanto no estuviere debilitado el hombre interior. No hay enemigo peor ni más dañoso para el alma que tú mismo, si no estás bien avenido con el espíritu. Necesario es que tengas verdadero desprecio de ti mismo, si quieres vencer la carne y la sangre. Porque aún te amas muy desordenadamente, por eso temes sujetarte del todo a la voluntad de otros. Pero ¿qué mucho es que tú, polvo y nada, te sujetes al hombre por Dios, cuando Yo, Omnipotente y Altísimo, que crié todas las cosas de la nada, me sujeté al hombre humildemente por ti? Me hice el más humilde y abatido de todos, para que vencieses tu soberbia con mi humildad. Aprende, polvo, a obedecer; aprende, tierra y lodo, a humillarte y postrarte a los pies de todos. Aprende a quebrantar tus inclinaciones y rendirte a toda sujeción. (Imitación de Cristo, libro III, cap. 13) 

PREGUNTATE:
A) ¿TE CUESTA OBEDECER A LO QUE DIOS QUIERE PARA TI? ¿SUELES OBEDECER 

LOS CONSEJOS QUE TE DAN? ¿SUELES ESCUCHAR LOS CONSEJOS DE TU DIRECTOR ESPIRITUAL SABIENDO QUE AHÍ SE MANIFIESTA EL QUERER CONCRETO DE DIOS PARA TI? 

Meditación extendida:

De los pecados propios

Composición de lugar. “Ver con la vista imaginativa y considerar mi ánima ser encarcelada en este cuerpo corruptible y todo el compósito (el hombre, el compuesto de cuerpo y alma) en este valle como desterrado entre brutos animales.”

Petición. “Crecido e intenso dolor y lágrimas de mis pecados.”

Punto I. “El primer punto es el proceso de los pecados, es a saber, traer a la memoria todos los pecados de la vida, mirando de año en año, o de tiempo en tiempo. Para lo cual aprovechan tres cosas: la primera, mirar el lugar y la casa donde he habitado; la segunda, la conversación que he tenido con otros, y la tercera, el oficio en que he vivido”.

P. II. “El segundo ponderar los pecados, mirando la fealdad y malicia que cada pecado mortal tiene en sí, dado que no fuese vedado.”

Es decir, aunque Dios no prohibiera ni castigara el pecado, debería horrorizarme de él porque me rebaja a la condición de los brutos, haciéndome esclavo de las pasiones. Y ¡cuán feos y brutales son singularmente algunos de los pecados que yo he cometido!

P. III. “El tercero, mirar quién soy yo, disminuyéndome por ejemplos: 1) cuánto soy en comparación de todos los hombres; 2) qué cosa son los hombres en comparación de todos los Ángeles y Santos del Paraíso; 3) mirar qué cosa es todo lo criado en comparación de Dios, pues yo solo, ¿qué puedo ser?; 4) mirar toda mi corrupción y fealdad corpórea; 5) mirarme como una llaga y postema, de donde han salido tantos pecados y maldades y ponzoña tan torpísima.”

P. IV. “El cuarto, considerar quién es Dios contra quien he pecado, según sus atributos, comparándolos a sus contrarios en mí, su sapiencia (sabiduría) a mi ignorancia, su omnipotencia a mi flaqueza, su justicia a mi iniquidad, su bondad a mi malicia.”

P. V. Si un esclavillo miserable escupiera y vilipendiara y aun quisiera matar a un gran monarca queridísimo de su pueblo, ¿no se alzarían contra él y querrían destrozarle todos los fieles vasallos? Pues ¿cómo vivo yo, habiendo injuriado con tantos pecados a Dios delante de todas las criaturas?

“Exclamación admirativa con crecido afecto, discurriendo por todas las criaturas cómo me han dejado con vida y conservado en ella: los Ángeles, como sean cuchillos de la justicia divina, cómo me han sufrido y guardado y rogado por mí; los Santos, cómo han sido en interceder y rogar por mí; y los cielos, sol, luna, estrellas y elementos, frutos, aves, peces, animales y la tierra, cómo no se ha abierto para sorberme, criando nuevos infiernos para siempre penar en ellos.”

Aterrado, pues, como si todo el mundo se alzara contra mí, he de arrojarme a los pies de la Santísima Virgen, Refugio y Abogada de los pecadores; he de esconderme como en único lugar seguro entre los pliegues de su manto; y he de declararme esclavo suyo para que por este título se me perdone. ¡Gracias a Ella me ha perdonado y esperado por tanto tiempo la infinita misericordia de Dios! Gracias a Ella espero que me perdonará en adelante.

“Acabar con un coloquio, razonando y dando gracias a Dios Nuestro Señor porque me ha dado vida hasta ahora, proponiendo enmienda con su gracia para adelante.”


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