(Agencia Fides) – «El compromiso de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera (POIM) es de sensibilizar a los niños que tienen un papel que desempeñar en la Iglesia de hoy y no sólo el de mañana» explica a la Agencia Fidesla doctera Baptistine Ralamboarison, Secretario General de las POIM, la primera mujer en ser nominada para este cargo, señalando los retos, compromisos, proyectos y objetivos a los que se dedica esta obra misionera en favor de los niños de todo el mundo.

«Necesitamos hacerles crecer en la dimensión misionera – continúa – promoviendo a cada uno en el intercambio de la fe, la oración y los bienes materiales. Deben ser entrenados desde pequeños utilizando un lenguaje adecuado a su edad; es un reto particularmente importante para el mundo occidental, donde el consumismo y el relativismo están haciendo perder de vista los valores cristianos. El niño que recibe correctamente la formación de misión la llevará en su corazón para toda la vida y la difundirá como un reguero de pólvora «.

«Mi caballo de batalla – subraya el Secretario General de las POIM – es dar voz a los niños, dejando testimoniar y compartir el mensaje del Evangelio en todo el mundo en su propio modo y forma, guiándoles, pero sin imponerles el lenguaje, la mentalidad y la forma de actuar de los adultos. Los niños no son sólo los adultos del mañana, son personas también hoy, saben dar testimonio de la Palabra con entusiasmo y con su compromiso cristiano han demostrado ser capaces de llevar el Evangelio no sólo entre sus compañeros, sino también entre los adultos. Por esta razón, la Infancia Misionera promueve su animación y su formación con gran beneficio de las misiones».

Hablando de las reuniones a las que participa regularmente en todo el mundo como Secretario General, la doctora Ralamboarison dice: » en recientes visitas a América Latina he constatado con alegría que la Infancia Misionera está viva y presente en casi todas las diócesis de Argentina y Perú. A pesar de los graves problemas que afrontan estos países, y a pesar de la existencia de niños muy pobres, todos por igual, ricos y pobres, con alegría comparten su disponibilidad material y espiritual; incluso la celebración de la Misa se caracteriza por una gran alegría. El trabajo en estos países es una realidad: los niños están entusiasmados, quieren hacer cosas, ser parte viva de la Iglesia «.

Las POIM finanza alrededor de 2.500 proyectos en todo el mundo cada año, con un presupuesto de 20 millones de dolares a disposición de los niños de los 5 continentes. Las subvenciones se dirigen a las actividades espirituales destinadas a promover el trabajo, sinembargo los subsidios especiales son una ayuda muy especial para proyectos como la construcción o el mantenimiento de escuelas, clínicas, asilos, orfanatos, etc., teniendo como beneficiarios directos a los niños.